El 30 de diciembre de 1935, después de un viaje de 19 horas y 38 minutos, Saint-Exupéry y su navegador André Prevot se vieron obligados a realizar un aterrizaje forzoso en la parte de Libia del desierto del Sahara, en camino a Saigón. Ellos iban en su avión cuando de repente tuvieron un fallo en este los hizo aterrizar. En el viaje pretendían batir el récord de tiempo de vuelo entre París y Saigón por un premio de 150 000 francos. Ambos sobrevivieron al aterrizaje, pero sufrieron los estragos de la rápida deshidratación en el Sahara. Sobrevivieron a base de unas pocas uvas y una pequeña ración de vino. Tras unos días allí una persona que pasaba por allí los salvo y los llevo en camello hasta ponerlos a salvo. A partir de ese accidente a Antoine de Saint-Exupery creó el conocido libro y probablemente su obra maestra el Principito.
Esta es una imagen de el avión que pilotaron cuando tuvierón el accidente del Sahara