Llevamos unos días haciendo promoción de nuestro proyecto, pero sin hacer mucho ruido, levantando una cierta curiosidad entre toda la comunidad educativa de nuestro instituto: en la última semana de septiembre empezamos a colgar en lugares de paso de los dos edificios algunas de las imágenes menos conocidas del Principito. De esta forma hemos ido despertando la curiosidad de alumnos, profesores, padres y personal no docente, que van preguntando e informándose sobre esta soterrada campaña de marketing cultural...
Comenzamos por dibujos de corderos y carneros ("Por favor, ¡dibújame un cordero"), junto con la cajita para guardar el cordero y que no se coma la flor. Algunos de los avezados lectores identificaron sin dificultad el origen de las imágenes, pero hubo quien preguntó la razón por la que aparecían dibujos de animales y "ladrillos" por las paredes del instituto. Y bien mirado, la caja de Saint-Exupéry podría haber estado algo más conseguida.
Y así hemos ido ampliando nuestro repertorio con zorros, desiertos y boas cerradas, haciendo cada vez más evidente la referencia literaria, con lo que el rumor inicial se ha ido convirtiendo en tsunami: todo el instituto sabe que se está tramando algo sobre el Principito, pero todavía no se sabe qué...
Pero nos hemos encontrado con respuestas anónimas (aunque fácilmente identificables) de científicos que intentan ponerle nombre a la poesía! Evidentemente, nuestras boas y nuestros elefantes empiezan a tener vida propia, ya que no falta quien esté entrando en nuestro juego literario. La cosa promete.
De aquí a dos semanas vamos a intensificar nuestra campaña con nuevos dibujos y frases alusivas, antes de presentar urbi et orbe nuestro proyecto. Esperamos que mucha más gente siga entrando en el y disfrutando con nosotros.
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